La Fundación Campollano ha constatado el deterioro de la actividad en el centro de Albacete contabilizando en el cuadrante comprendido entre las calles Rosario-Teodoro Camino- Octavio Cuartero-Martínez Villena unos 60 locales en oferta de venta, alquiler o traspaso y más de doscientas viviendas en venta anunciadas en distintos portales inmobiliarios. Para esta fundación, que tiene entre sus fines la defensa del progreso de Albacete, la causa de esta decadencia no solo está en el envejecimiento demográfico, parejo al de sus edificios, o en las compras en internet que perjudican el comercio local, sino que comenzó con la instalación de cuatro centros comerciales en la periferia de Albacete que finalmente también han acabado padeciendo un alto porcentaje de locales vacantes como consecuencia de una sobreoferta que ya fue previsible.

Las perspectivas para el centro de Albacete no son halagüeñas si tenemos en cuenta el futuro traslado de juzgados y tribunales a la Ciudad de la Justicia. La decisión de sacar del centro la vida judicial de la ciudad supondrá que algunos abogados trasladen sus despachos, el cierre de establecimientos hosteleros y muchas incomodidades para los trabajadores del sector judicial, abogados, procuradores y usuarios. También se ha anunciado la construcción de un quinto centro comercial en una nueva urbanización en la carretera de Valencia. Para esta fundación “son medidas en dirección contraria a las que se adoptan para revitalizar los centros en otros medianos y grandes municipios afectados por el envejecimiento”.

El pasado septiembre la Junta inició el trámite para declarar Conjunto Histórico al eje formado por la calle Ancha, la plaza del Altozano y el paseo de la Libertad, desde la calle del Tinte hasta el Sembrador, así como partes adyacentes de las calles colindantes. Las obras en los bajos comerciales comprendidos en esa área requerirán de un permiso adicional de la Junta además de la licencia municipal. Para la Fundación Campollano, “en nuestra opinión esta decisión de la Junta podría agravar la situación pues cualquier dificultad o dilatación en los permisos es un desincentivo para la instalación de nuevos establecimientos. Además, dicho tramo viario histórico, desde el Parque hasta la antigua estación de tren (donde hoy está El Sembrador) ya está clasificado por el Ayuntamiento de Albacete como eje histórico desde el Plan General del 85 y los edificios singulares radicados en el mismo están protegidos, incluso el tramo de calle Ancha excluido por la Junta que va desde la calle del Tinte hasta la plaza de Gabriel Lodares, con edificios tan singulares como el de la Cámara de Comercio, el Gobierno Militar, la Caixa, la CCM o los que albergan los dos centros comerciales. Pedimos a las administraciones realismo: ante el envejecimiento y la falta de presión demográfica, conservar lo que tenemos, no más urbanizaciones nuevas ni centros comerciales, lo que necesitan los cascos urbanos en general y los centros en particular para que no se deshabiten y rejuvenezcan son atractivos, facilidades para que los ocupen nuevas familias, empresas y profesionales, aparcamientos públicos para comercios y oficinas, incentivos para la inversión y rehabilitación y no poner obstáculos a la actividad económica”.

Etiquetas: demografía y urbanismo